La invención del transistor en el año 1947
proporcionó la clave para que los últimos 60 años de la historia de la humanidad
sirvieran para sentar las bases y desarrollar la comunicación global mediante el
surgimiento y evolución de las transmisiones satelitales teniendo su origen con el
lanzamiento en 1957 del primer satélite llamado Sputnik 1. Este fue el «Big
Bang» del desarrollo de las telecomunicaciones trayendo consigo la aparición de la televisión por satélite
(tambien llamada televisión vía satélite) lo cual conectó definitivamente el
espacio exterior con miles de referentes en la tierra. Es así que para el año 1962 se
producía por vez primera una transmisión televisiva de este tipo utilizando el primero
de los más de 300 satélites que en la actualidad orbitan el planeta con este propósito.
Debido a la órbita geoestacionaria en que son posicionados se genera una ilusión de
inmovilidad con respecto a un observador en tierra cuando realmente su movimiento es
increíblemente veloz. Estas órbitas se rigen por las leyes de Kepler lo cual hace
que estos satélites imiten un comportamiento similar al que hacen los planetas alrededor
del Sol. En este punto aproximadamente a 36000 Km. de la tierra se produce una
cancelación entre la fuerza centrífuga del satélite y los efectos de atracción
gravitacional. En consecuencia de esta conveniente ubicación se realiza la instalación
de las antenas parabólicas en tierra una única vez sin necesidad de hacerle cambios
posteriores en cuanto a su ubicación geográfica y otros ajustes de instalación como el azimut, la
elevación y la polarización.
De esta manera es posible diferenciar las transmisiones en dos sentidos bien definidos
para los enlaces que se establecen entre las antenas parabólicas y los satélites, uno ascendente
(uplink) a partir del cual el emisor primario envía señales hacia los satélites
utilizando las antenas y otro descendente (downlink) que, utilizando una
frecuencia diferente para evitar interferencias, produce una señal que se recibe
nuevamente en tierra denominada DVB-S. Durante este proceso se produce una atenuación de
la señal que se encuentra superando los 200db por lo que las antenas parabólicas localizadas en tierra y
en el satélite deben poseer una ganancia lo suficientemente eficiente para que una
señal de calidad sea recibida. Además se debe producir una polarización en
sentido horizontal y vertical lo cual contribuye a un aumento de la cantidad de canales,
es por eso que la transmisión deberá ser realizada sobre los 100w. Luego de que la
señal haya llegado a tierra corresponde al LNB procesarla según el tipo de polarización
seleccionada para lo cual el mismo funciona con un voltaje que oscila entre los 14v y 18v.
Además de la antena parabólica para poder recibir televisión por satélite es
necesaria una unidad exterior, otra interior y el televisor denominados en
su conjunto estación receptora y que debe ser capaz de procesar las señales de
audio y de video por separado.
Equipo exterior: Su función principal es realizar un cambio en la
frecuencia recibida hacia otra más baja sin perder las propiedades de modulación
ocupándose además del filtrado y la corrección de errores.
Equipo interior: Aquí aparece otro oscilador y un amplificador los
cuales contribuyen a la sintonización del canal deseado.
En realidad existen muchos tipos de receptores y su clasificación y arquitectura
depende de las frecuencias, la demodulación, el ancho de banda y el
número de canales que puedan ser recibidos.
Una de las compañías que lidera el mercado de la transmisión televisiva vía
satélite en la actualidad, sobre todo en países de Latinoamérica es Sky. Fundada
en 1996, actualmente comparte sus acciones con AT&T luego de que DirecTV las
traspasara a esta última. Por su parte DirecTV abarca también a los Estados Unidos
proveyendo servicios de redes de televisión por suscripción y radio así como otros de
carácter privado. Así mismo se destacan otras en diferentes partes del mundo: Dish,
Movistar TV Digital, Claro TV, TuVes HD, CANTV y Canal+. |