En la actualidad no se podría describir el
desarrollo exponencial en las comunicaciones si no hubiese sido por los importantes
descubrimientos que surgieron a raíz del estudio de las secciones planas en las figuras
matemáticas tridimensionales; dentro de estas el cono tuvo un rol primario a
partir de la realización de un corte paralelo a su generatriz formando como
consecuencia la parábola y a partir de aquí el estudio de sus propiedades
reflectantes o de recepción teniendo en cuenta además los conceptos básicos de foco
y distancia focal. Diversos cálculos arrojaron propiedades que se convirtieron en
la guía principal para la construcción de las actuales antenas parabólicas:
- Las tangentes trazadas a la parábola resultaron concentrarse en el punto llamado
foco de manera común lo cual también sucedía de forma inversa si un rayo a
partir del foco chocaba contra la superficie de la parábola este se reflejaba hacia el eje
de simetría.
- Los puntos de simetría del foco estarían posicionados sobre la directriz
en relación a todas las posibles tangentes que pudieran ser trazadas desde un
punto exterior.
- Se definió al vértice como el punto más cercano a la directriz.
- Existiría un eje de simetría formando una perpendicular con la directriz
y que pasaría por el foco.
No obstante, estos estudios tuvieron que evolucionar e imbricarse con los cuerpos en
revolución para que una visión más clara pudiera ser materializada.
A pesar de que el análisis primario fue realizado por las ciencias matemáticas tuvo
que incorporarse a esta trayectoria la física y dentro de ella la óptica para
realización de los primeros experimentos que dieron origen a la historia de la
antena parabólica. El físico y profesor alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857 - 1894)
incursionó en este campo a partir de la observación de las ondas electromagnéticas de
donde surge la idea de incorporar en las antenas de radio reflectores parabólicos.
De esta forma logró comprobar una teoría que había sido descrita años antes: la
existencia de las ondas de radio.
No obstante Hertz no fue el único en utilizar este tipo de reflectores, de hecho, en
la antigüedad el físico Ibn Sahl (1212 - 1251) realizó investigaciones sobre los
espejos parabólicos, sus propiedades y aplicaciones. De igual forma James Gregory
sugirió la aplicación de reflectores como forma de modificar los defectos visuales en
los telescopios.
Otras de las personalidades que indagó en el tema fue Isaac Newton (1643 - 1727), sin
embargo se inclinó hacia la puesta en práctica de otros conocimientos para sus
experimentos.
Aunque estos intentos de búsqueda no supusieron una implementación directa en las
tecnologías de la época sí facilitó su utilización para siglos posteriores,
comenzando en la Segunda Guerra Mundial con un enfoque en las frecuencias de microondas
cuyo descubrimiento había tenido lugar un siglo atrás por Maxwell (1831 - 1879) y sus
famosas ecuaciones las cuales se fundamentaban sobre el estudio de las ondas
electromagnéticas.
En los años 40 del pasado siglo Grote Reber (1911 - 2002) dio un gran impulso al
desarrollo de la radioastronomía al construir un radiotelescopio con forma de espejo
parabólico demostrando la existencia de una gran cantidad de señales de baja energía.
Por su parte Guglielmo Marconi (1874 - 1937), inventor italiano, utilizó los reflectores
parabólicos para las transmisiones UHF vía marítima.
En la década de 1960 se expandió el uso definitivo de esta tecnología hacia las
telecomunicaciones revolucionando la telefonía y la televisión en aquel entonces.
Posibilitó además el desarrollo de la carrera espacial al implementarse en satélites
permitiendo que el 10 de julio de 1962 se lanzara el Telstar, un satélite artificial para
las comunicaciones y cuyo medio principal de conexión con la tierra era una antena parabólica
ubicada en Inglaterra.
Para inicio de los años 70 se produjo un desarrollo acelerado de la computación y con
ello un alza en la incorporación de estas antenas como tecnología de apoyo esencial para
materializar los nuevos conceptos. Es así que variadas aplicaciones han tenido lugar
hasta nuestros días: Los radio telescopios, las antenas de radar y los receptores de
energía solar utilizados en las grandes centrales relacionadas con los procesos
industriales.
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